Hola a todos:
estuve algo escaso de tiempo y de ganas de brutear en internet y por ello la demora en agradecer los comentarios y reconocimientos y el video (un poco tarde, sí, pero se agradece igual). Valgan y vengan pues ahora.
@Claudio1990: estás más loco de lo que crees si te sampaste toda la historia, pero bienvenido aquí y al taller cuando quieras.
@Nigel: sí lo comentaste una vez, pero no estoy en onda de buscar la cita precisa en este momento, pero como te salió del alma no hay falta.
Sigo con el cuento.
El sábado siguiente, excitado por la sensación de progreso en el proyecto, le ayudé a Edie un poco a desabollar la puerta. Paciente y constantemente martillaba el metal hasta obtener la mejor línea para usar la menor cantidad de masilla posible.
Entre otras cosas, agarré las dos válvulas relais y las puse lado a lado en el travesaño, pero me di cuenta de que aún tenían un puerto de 22 mm sin tapar. Se me había olvidado taparlos… para variar. Arriba de la Africa Twin recorrí todos los locales y no pude encontrar los tapones Allen que necesitaba así que al final compré dos pernos de bronce, muy caros, y una vez de vuelta en el taller les corté las cabezas hexagonales y les hice un surco para poder atornillarlos. Unas cuantas vueltas de teflón y el resultado fue bastante satisfactorio. Luego de un poco las válvulas tomaron su posición definitiva, aunque todo el trámite me ocupó un par de horas.
Durante el resto del día hice varios progresos menores en el sistema de frenos, cada detalle tomando también su cuota de tiempo, como siempre. Al ocaso nos fuimos cada uno por su lado y por la noche invité a Carmen a cenar fuera. Estaba cansadísimo así que a duras penas llegué despierto a casa de vuelta.
Pero, cansado o no, me prometí a mi mismo sacar a los perros a dar una vuelta el domingo, sin excusas. Así que me vestí temprano y salí con Deva, Chico y Zulú a correr. Por primera vez luego de casi cuatro años el camino me llevó a los cerros, y se sintió muy bien correr por los senderos de motos sobre los propios pies. Los perros también estaban contentos pero quedaron exhaustos y durmieron todo el resto del día.
Enrutar de nuevo los tecalanes y las mangueras significaba tener nuevos soportes en todos los lugares donde se requería un buen enganche o curva para evitar roces, dobleces y stress, así que tuve que fabricar varios más, cada uno a la medida. Paciencia…
El experimento con el espaciador funcionó y dio al menos 15 mm de espacio entre el tubo de escape y el soporte del tanque de diesel. Suficiente… creo.
