Ver Mensaje Individual
Antiguo 31-10-2016, 21:01:03   #1564
pairospam
Senior Member
Top 1000
 
Fecha de Ingreso: Sep 2009
Ubicación: San Felipe
Mensajes: 1.051
Predeterminado Re: Merkabah: de tolva a motorhome

Mientras Edie seguía trabajando en la cabina yo me dediqué a instalar el winch trasero. Después de un rato terminé de poner el kilómetro de cables y la tonelada de winch. Se veía muy bien aunque persistían mis dudas sobre la estabilidad de la caja del winch en su conjunto. Por supuesto no fue diseñada para agarrar y mover cada kilogramo del PBV de la Merkabah sino para actuar como ayuda en el caso de quedarse pegado en un moderadamente complicado barrial o arenal, o para ayudar a algún otro vehículo en problemas a lo largo de la ruta.



Completé el mono con nuevos terminales aplicados a los extremos de los cables cubiertos con corrugado y huincha aisladora nuevecita y estuvo todo listo para recibir las baterías nuevas… casi. La elección había sido un par de baterías del tipo normal de ácido-plomo de buena marca y lo más poderosas posible, capaces de ser reemplazadas en forma relativamente sencilla en cualquier lado más o menos civilizado en caso de falla, trauma o muerte. Las pediría la siguiente semana, pero aún faltaba completar la bandeja, ops.



Para mejorar la escasa luz del sol que ya se iba poniendo, movimos la cabina contra el muro, y me gustó cómo se veía con la escalera telescópica apoyada. Saqué la foto solo por la gracia de hacerlo. Como dije antes, la sensación de progreso era evidente.



La placa de identificación fue quitada del costado casi como en una ceremonia. Una nueva vida aguardaba a la cabina para cuando volviese a colocarse la placa al final del proceso de restauración. Sí… lo sé.



Las peores partes del marco del parabrisas fueron cortadas usando una herramienta neumática que había comprado hacía un par de años y que no había usado desde entonces, y que resultaba mucho más liviana y manejable que el esmeril angular. No fue muy fácil tampoco, y me costó bastante tiempo realizar la amputación. Cuando terminé ya era tarde así que ordené y me fui.



Mi padre me siguió enviando fotos de la cordillera, la nieve derritiéndose y las lagunas con poca agua. Para preocuparse.



Como fuese, la vida seguía adelante y me levanté tarde el domingo siguiente y decidí hacer una corrida corta con los perros esta vez. Cambié las rutas habituales y pasé frente a la iglesia del Almendral, una vieja construcción de madera declarada monumento nacional, y terminé en la cima de un cerro que domina el paisaje del valle del Aconcagua. Hacía mucho calor y estaba seco, y los perros me miraban como queriendo decir: Esta es tu idea de un paseo corto, Pairoa? De cualquier modo, fue un buen paseo.




El lunes que vino me dediqué exclusivamente a parchar el marco del parabrisas de la maltrecha cabina. Le puse todo mi empeño y, aunque no se veía muy bonito al principio, la soldadura estaba en rangos aceptables.


pairospam está offline   Responder Con Cita