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Antiguo 25-06-2017, 20:17:44   #1632
pairospam
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Predeterminado Re: Merkabah: de tolva a motorhome

Y bueno, seguimos, sin ninguna historia paralela esta vez. Gracias a todos por las letras de apoyo y aliento.

Finalmente llovió, un montón a decir verdad. La humedad era alta y la temperatura baja y por lo tanto pintar no era recomendable. La cabina quedó entonces en una incómoda espera, y se notaba que no estaba a gusto.



Y siguó lloviendo… más todavía, y, para variar, se desbordaron los ríos en el norte. Mi padre partió a hacer trabajos para tratar de arreglar algunas situaciones, con una máquina más potente y grande esta vez. Le tocó llevar gente para reparar una torre de alta tensión rota por los vientos por sobre los cuatro mil metros, entre otras cosas.





Siguiendo con el proyecto agarré la parrilla frontal y seguí con el proceso de nunca acabar de quitarle el óxido y la pintura vieja. Desabollé además una infinidad de pequeñas imperfecciones y antiguos golpes. Aquí se ve la pieza después de al menos un par de horas de lija y esmeril. Realmente un trabajo muy aburridor, sucio y destructor de dedos. Y eso que fue solo la segunda sesión.



Hubo un día, un solo día cuando el sol brilló un poco por allá arriba, lejos, en el cielo, pero yo estaba en el trabajo.

Se acuerdan de Ecco y de Gotye, los últimos llegados a la casa Pairoa de acogida para mascotas perdidas pero gentiles? Bueno… crecían sanos y felices pero también crecían mucho y compartían sin problemas entre ellos y con los demás integrantes del clan. Ecco solo tenía dos meses y medio y ya pesaba 25 kilos. Iba a ser una gran bestia, y Carmen insistía en que se quedara dentro de la casa. Tuve que cambiar la puerta batiente para mascotas por una considerablemente más grande para que pudiese caber. Ya saben: donde manda capitán…



Los días que siguieron se aclararon y hubo más sol pero la temperatura seguía muy baja y yo tuve muchas cosas que hacer. Las primeras nieves cubrían ya los cerros de los cordones montañosos intermedios hacia el noroeste. La cabina y el chasis esperaban, para variar.



Desgraciadamente esta espera hizo que la pintura de la cabina se pusiera dura y ya no era buena idea aplicar laca sin preparar la superficie primero. Edie sugirió lijar suavemente la pintura ya presente, aplicar otra capa de pintura y solo después aplicar la laca para asegurar una buena adherencia de la misma. No me daban muchas ganas porque pintar sobre la misma pintura siempre es más difícil y la posibilidad de goteos es muy alta, sin embargo procederíamos muy metódicamente y con cuidado, o al menos eso intentaríamos.

Me llevé la cabina a la aún incompleta cámara de pintura y me di cuenta de que había olvidado poner los puntos de anclaje del deflector lateral izquierdo de plástico. Luego de un par de consideraciones e ideas que excluían absolutamente el soldar sobre la chapa recién pintada, simplemente taladré un par de hoyos ad hoc y Edie terminó de preparar el deflector para poder pintarlo. Fue mucho menos conservador que yo a la hora de hacerlo y, aunque lo hizo con una risita, evitó hacer comentarios acerca de mi trabajo previo, mi primer trabajo de enmasillado. Bien por él y por su integridad física.

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