[Curricon]

de Farkas¡¡…¡¡hasta los camellos de Marruecos aparecieron¡¡. Luego siguieron con
Terralito y el resultado fue igual de exitoso.

Al día siguiente llegamos a Prado, teníamos datos de un camping pero para variar
estaba cerrado y cuando ya estábamos resignados un Sr. nos dice que vayamos al
Hotel Marysol, según él cabíamos los 2 camiones sin problemas. Era el paraíso en
un día tan caluroso, por pocos reales teníamos: agua, luz, acceso a la playa y
piscina, pero había un solo problema…la entrada tenía techo… desinflamos y
tampoco pudimos pasar…así que con derecho a todo nos estacionamos a las afuera
del Hotel, nos quedamos 2 días para hacer arreglos y lavar ropa.

Al estar estacionados éramos el punto de atracción para los transeúntes, fue así
como conocimos a un joven matrimonio brasilero de Victoria, que hace 10 días
comenzaban a recorrer Sudamérica para ejecutar su proyecto eco-turístico
denominado “Depois da Curva” o después de la curva. Mirábamos su cara de
felicidad y nos recordaba como nos sentíamos los primeros días de ruta. También
conocimos a un chico brasilero, ambientalista, que nos dio datos interesante sobre
el recorrido por Brasil y nos ayudó a resolver el tema de la lavandería.

Prado es una ciudad muy alegre, su cálida gente hace que el breve paseo sea
placentero. Conocimos el exterior de la iglesia que estaba en reparaciones, su
mercado de ropa donde destacan creaciones en algodón y visitamos un
restaurante para degustar la famosa langosta siciliana. Luca encontró un amigo
salchicha negro, con el cual se entretuvieron corriendo y jugando por largo rato.

La parada en Prado tenía contemplado hacer algunas reparaciones en cada camión.
o terminé de colocar la alarma y el monitor de batería BMV702 de Victron y por
su parte Carlos quería revisar y cambiar las correas del alternador y aire
acondicionado. El trabajo de Carlos tenía su complejidad y me pidió colaboración,
así que en conjunto comenzamos a hacer las labores mecánicas. Para llegar a las
correas, había que sacar primero el ventilador, para ello soltamos los pernos
correspondientes, pero el eje seguía pegado, miramos y veíamos otros pernos, con
mucho cuidado los soltamos pero no tuvimos éxito. a preocupados, sin entender
el mecanismo poco prolijo de los ingenieros de Man, sacamos el manual de
Mercedez de nuestro Atego y al revisar nos dimos cuenta que ¡¡tenía el mismo
sistema engorroso¡¡… ¡¡parece que querían que este cambio se hiciera sólo en taller
concesionado¡¡. Para terminar la tarea, como las piezas eran como dos tazas de te
unidas, hembra y macho, Carlos dio pequeños golpes para poder desprender la
pieza. Una vez que pudimos llegar a las correas revisamos las 4 y nos dimos
cuenta que una estaba cortada y las otras 3 muy gastadas ¡¡parecían elástico de
billetes¡¡… en resumen el veredicto era que en no mas de 10 kms. hubiesen tenido
falla mecánica y lo peor en plena carretera donde no siempre tienes espacio para
hacer arreglos tan delicados como estos. Posteriormente cambiar las correas
también tuvo su dificultad por el poco espacio y la tensión que tienen, pero lo
logramos hacer, encendimos motor y partió ¡¡el ruido se fue y yo ya se como tengo
que cambiar las correas de mi camión Atego¡¡.

El día siguiente en Prado era de descanso puro, los trabajos ya estaban finalizados
y sólo teníamos que esperar la ropa. Junto a Karen, llevamos a Luca a su búsqueda