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Antiguo 07-02-2012, 23:19:57   #562
pairospam
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Predeterminado Re: Merkabah: de tolva a motorhome

Si te ibas veinte centímetros hacia atrás del travesaño veías que había grasa y mugre por montones esperando limpieza, sin hablar de la mugre de la caja de cambios ni de la cantidad de barro escondida entre los tecalanes y las válvulas y cables y en los rincones del bogie.
Cuando me dio hambre deje todo, ordené y me fui a casa a buscar a Carmen y nos dimos una vuelta a la playa.
De vuelta en el taller el lunes siguiente no había tractor ni 307 al lado del camión, pero en su lugar había un 406 que aún molestaba la movida. Estaba preocupado por el tiempo porque se supone que el sistema de inyección llegaba en un par de días y el motor debía de ensamblarse y hacerse andar tan pronto como fuera posible para evitar que los componentes se pegaran. También me preocupaba el grado de exposición hacia la calle porque ya se habían robado cosas que estaban a la pasada, y sabemos que las herramientas y los repuestos son muy apreciados por los pillos. Eduardo y yo tuvimos una discusión al respecto, sin sangre, no problema, y nos pusimos de acuerdo para coordinar los siguientes movimientos. Aprecio mucho a mi cuñado, al fin y al cabo.
Volví nuevamente mi atención al trabajo en la Merkabah y me ocupé del circuito de aire presurizado. Los tanques de aire comprimido serían relocalizados más atrás entre los largueros del chasis así es que no tenia sentido que siguieran allí y además podría trabajar mejor si los sacaba. Nuevamente saqué un lote de fotos al desarmar las válvulas cuyos nombres se me escapan por el momento. El tanque chico estaba casi hasta la mitad de agua! Entre medio siempre había la usual cantidad de piedras y barro seco que al caer formaba un montoncito no despreciable en el suelo. Saqué también una especie de valvulita casi completamente escondida bajo la mugre. Prometí que, cuando llegara el tiempo justo, sabría exactamente el nombre y la función de cada cosa que estaba desarmando.
Dejé la bandeja de acero ya que sería útil para poner las baterías para poder hacer andar el motor más adelante, y dejé puestos los tanques de aire grandes porque se estaba haciendo ya muy tarde.
En una última movida esa tarde tomé el taladro y saqué los remaches de la cornisa del entretecho y con el esmeril angular corté los perfiles no estructurales que la sostenían. Alejandro me ayudó a sacarla y entonces, finalmente, la Merkabah podría ser trasladada bajo el entretecho cuando fuese necesario, pero tendría que esperar un par de días y muchas manos más para poder mover sus casi ocho toneladas.
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