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Antiguo 22-07-2015, 18:19:25   #1431
Curricon
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Predeterminado Re: Camion 4x4 ,para travesia.....

sacábamos fotos, Luca comenzó con su ritual de buscar cangrejos y logró sacar
algunos que corriendo se refugiaron en el mar.

Al día siguiente y luego de recorrer la playa temprano, decidimos seguir a
Corumbau. Los letreros anunciaban “Corumbau donde Brasil es mas bonito”…
guau¡¡ las expectativas eras altas, ya queríamos llegar. El camino tenía muchos
hoyos, que nos impedían avanzar a mas de 15 kms. porque sino nos quedaríamos
sin casa. En el trayecto nos encontramos con 4 puentes de madera y angostos, que
nos hicieron subir la bilirrubina. El segundo puente fue el peor de todos, por lo
cual decidimos pasar lento y dirigirnos por radio, la maniobra fue bien evaluada y
pensada así que pasamos sin problemas.

A lo lejos se veía el Monte Pasccoal, mas hoyos, barros, ganado, subidas y bajadas y
no lográbamos llegar a destino. Poco a poco nos fuimos internando, las casas
comenzaron a aparecer, las lombadas ¡¡de barro¡¡ nos recibían, la gente nos
saludaba y hacía salud con sus vasos de cerveza…¡pero no veíamos la playa¡¡…
mucho hotel, pousadas y vegetación de área protegida nos impedía acceder a la
playa, así llegamos hasta el final de la playa en una especie de estacionamiento y
donde vivían dos indigentes. Uno de ellos era un rasta fumón, muy agradable y no
odioso, que nos dio la bienvenida, dijo que tuviéramos cuidado con la seguridad de
los camiones, barría las hojas y a menudo en su mundo nos decía ¡¡voce precisa de
me¡¡… jajaja y nos hacía que todo estaba bien. Corumbau es una playa extensa y
tranquila, de cálidas aguas, que posee un istmo que aparece cuando la marea está
baja. La orilla estaba bastante sucia por la basura que arrastra la marea y con
frecuencia encuentras tiradas las “camisiñas”.. condones usados botados en plena
playa. Caminamos por la orilla para esperar el atardecer, estuvimos cual Moises
caminando sobre las aguas en el Istmo escondido al estar la marea mas alta y Luca
siguió entreteniéndose con sus caminatas playeras y la búsqueda de cangrejos. Es
cierto que Corumbau es una playa muy linda, especial por su istmo y el faro que la
corona, pero no es la mejor playa en la que hayamos estado en Brasil.

La próxima visita era llegar a Ilhéus, para ello tuvimos que hacer nuevamente los
30 malos kms. de regreso desde Corumbau ¡¡parecía calvario¡¡, así llegamos a la
autopista y tomamos el desvío hacia nuestro destino. El día estaba lluvioso, la
carretera con bastantes hoyos y era fin de semana por lo cual con cuidado
decidimos avanzar lo mas que pudiésemos, así llegamos a dormir a una estación de
combustible cerca de Eunápolis (tenía wifi y buen estacionamiento). Al día
siguiente nos levantamos muy temprano para estar marchando a las 7:00 am. con
el objetivo de llegar a Ilheus, el tráfico era de temer, muy intenso, a Carlos un
camión aljibes lo hizo pasar un gran susto porque lo adelantó en plena curva, el
auto no tuvo tiempo de retornar a la pista y tomó por sorpresa a los choferes que
venían en contra, que por fortuna eran mas pequeños y pudieron salirse de la
pista. Por la tarde recién pudimos hacer ingreso a Ilhéus, conocida por la fiebre
del cacao que tuvo lugar en el pasado.

La ciudad de Ilhéus está ubica entre cerros, para llegar a la zona costera tuvimos
que pasar por calles bastante céntricas, las que a menudo preferimos evitar para
no encontrarnos con sorpresas. Al llegar al área costera, de inmediato
comenzamos a ver la enorme cantidad de basura botada por muchos lados,
incluyendo áreas protegidas. Fuimos en busca de algún camping, pero sólo
veíamos pousadas, chiringuitos, hoteles y pequeños estacionamientos para
vehículos menores ¡¡pero nada para nosotros¡¡. Las hormigas devoraban a Luca y
de paso a Karen que lo limpiaba y nosotros buscábamos ayuda local para ver
donde pernoctar, pero no encontrábamos nada. Al estar detenidos, un Sr. dueño
de “Pousada Ecológica”, me ofrece quedarnos estacionados por la suma de 10
reales por persona… ¡¡que bien¡¡. Llegamos al lugar, no era ninguna maravilla pero
sólo queríamos dormir seguros, nos dispusimos a pagar y al pasar el dinero nos
dice ¡¡son 100 reales por camión¡¡… ¿quéee?...¿bromea?... ¡¡@$&/@¡¡ al sentirnos
estafados, nos fuimos indignados a la otra alternativa que había conseguido Carlos,
que eran 10 Reales por persona sin derecho a nada. Ingresamos y cuando fuimos a
pagar nos dice ¡¡son 20 reales por persona¡¡…. ¡¡nooo el mismo cuento¡¡… Por lo
tarde que era, decidimos pagarlo, pero le hicimos ver que eso no se le hacía a los
turistas. Al día siguiente, francamente decepcionados por lo estafadores que
fueron los lugareños, nos fuimos a ver la ruta del Cacao ¡¡había que pasar las penas
castigándose¡¡.

La fábrica de chocolates de Ilhéus, tiene una hermosa entrada, a su izquierda tiene
una miniatura de fazenda (hacienda) de cacáo, dividida por cada etapa de proceso
del mismo. En su interior, puedes visitar la fábrica, pero debe ser previamente
agendada … nosotros pese a tener quórum no nos dejaron pasar. Su sala de ventas
ofrece chocolates con diferentes rellenos: maracujá, menta, cajú, morango, cerezas,
etc. Además vendían licor de cacao y de chocolate…¡¡una delicia según Karen¡¡.
Salimos de la tienda con un gran stock de reserva para el camino, pero tuvimos que
guardarlo de inmediato en el refrigerador para evitar que terminaran como
mazamorra del calor que hacía.

Al continuar la ruta y debido a la mala experiencia del trato hacia los turistas,
decidimos ir a buscar una playa solitaria y fue así como encontramos la Praia do
Norte, donde si bien había mucha basura, pudimos estacionar cómodamente y
gozar de buen viento y linda vista.

Nos sentimos bastante defraudados con el comportamiento de la gente de ilhéus,
intentaron sacar provecho a toda costa, pero no queremos generalizar ni opacar el
excelente trato y buena acogida que ha tenido el pueblo brasilero con nosotros.
Nos impresiona, cómo los estados cambian su forma de hacer política social y
como éstas se traducen en sus habitantes. Un claro ejemplo es la basura, hasta
algunos estados atrás veías letreros de multas y castigos por botar basura o
escombros y ahora que no hay nada, vez mucha suciedad que opaca la belleza de
las extensas playas brasileras. Los letreros de fiscalización electrónica
desaparecen y te encuentras con energúmenos al volante, que no sólo desprecian
la vida de los demás, sino la de ellos mismos.

Hemos pasado maravillosos días en Brasil, Luca se ha vuelto un enamorado de las
playas y corre libremente en ellas como el perro mas feliz del mundo. La noche
nos ha regalado magníficas postales, que si no fueran por los mosquitos
devoradores, las disfrutaríamos por mas tiempo sentados en nuestra silla playera.

Con cariño Team Terral “Luca, Karen y Rene.
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