Dejamos la puerta imprimada y tomamos la puerta del lado del conductor. Estaba claramente en peores condiciones, como era de suponer, y nos dio dura pelea al tratar de desarmarla y sacar algunos pernos que estaban pegados con el óxido de los siglos.
Ese domingo fuimos a almorzar Carmen y yo a nuestro restaurant favorito en Viña del Mar. La pasta estaba exquisita, como siempre, pero por desgracia había mucha gente y muchos autos haciendo taco en veredas y rutas. Había un sol pálido que se asomaba tras la bruma costera al ocaso que hizo que la lata de estar atorados en la cola valiera la pena porque, mal que mal, la vista y la brisa marina eran fantásticas. Fue un buen viaje, muy esperado por lo demás.
Los días pasaban y yo trataba de avanzar lo más rápido posible, pero cada tarea requería de tiempo y dedicación, como siempre. Pinté las piezas imprimadas el fin de semana, incluyendo los miles de pernos y tuercas y los fittings que habían quedado en el olvido.
Dediqué unas cuantas horas a fabricar un par de refuerzos para fijar en mejor forma la caja de la Africa Twin. La había modificado hacía tiempo haciéndola más alta y por lo tanto más susceptible a las vibraciones y los golpes, tanto la caja misma como su soporte. Creo que hice lo más adecuado aunque no fue ni rápido ni fácil, y la caja quedó bastante estable al probarla después.
René y Karen se aparecieron para llevarse a Terral a continuar con su aventura viajera, y aproveché de tomarle la palabra a René y llevar al recientemente renacido camión a un viaje corto de prueba sobre camino non-sancto. René se puso un poquito nervioso así que supongo que Terral hizo algunas cosas que no estaba acostumbrado a hacer, pero al final resultó ser un buen paseo. Quizá se sintió un poco duro, pero los neumáticos estaban sobreinflados con 100 psi.
La Merkabah debía de ser más blandita, me dije a mí mismo, si no , tendría problemas con Carmen.
Pinté los soportes pequeños tan apretados que la pintura no pasó de ser una broma así que tuve que pintarlos de nuevo. Lección. Aproveché de pintar la zona del larguero del chasis con otras manos extra de pintura gris antes de instalar la bandeja para una mejor protección.
Había una abrazadera del silenciador que seguía perdida, recuerdan? Hice la misma operación y fabriqué la abrazadera con un par de tiras de acero del chasis de Repuesto. Se veía bastante bien y quedó justa cuando la terminé, la pinté y la puse. Bien.
