Es bueno tener conectores y fittings extra, especialmente cuando tuve que aplicar aire a los maxis para poder alinearlos y conectar las manos de los pistones a los ajustadores de tensión o chicharras. Fue divertido ver cómo algo se movía en el camión al aplicar el aire a presión. Créanme, fue divertido.
Las cosas se empezaban a complicar y el espacio se hacía escaso en medio del chasis por lo que me di cuenta que tenía que ocuparme de poner y asegurar en su lugar también el sistema eléctrico o si no tendría que desarmar después las cosas para poder ordenarlas bien. Desplegué entonces el cableado grande y lo pasé por entre los travesaños, peleando contra lo tieso del viejo recubrimiento de plástico y la mugre. Al principio fue un desastre pero luego se fue despejando todo y se hizo fácil entender la distribución general de los cables. Muchos de los conectores estaban en malas condiciones, como ya sabía antes, y un trabajo totalmente distinto y nuevo estaba por comenzar.
Mi padre estaba muy ocupado volando de aquí para allá, y me envió una preciosa foto de una de las lagunas de la alta cordillera. Desafortunadamente los niveles de agua estaban en un nivel críticamente bajo y ya prácticamente no había nieve, como pueden ver. Este verano va a ser un muy duro para la agricultura y para la generación de electricidad. Hmm…
Para ayudar a la reparación del cableado de la Merkabah bajé del ático el cableado original de Repuesto, el camión duro de matar, guardado hace siglos junto con toda su mugre adherida. Primero, sin embargo, tuve que limpiar los cables y los conectores, trabajo lento y sucio. Cuando estuvieron lo suficientemente limpios como para manipularlos sin quedar cochino me dediqué a reparar cada conector y cada terminal.
