Re: Merkabah: de tolva a motorhome
Si quitamos las ruedas del tándem (con un click, y no levantando, desapernando y tironeando de 150 kilos!) se puede apreciar la ubicación de los pulmones de aire traseros, instalados sobre los enganches de los ejes con el paquete de resortes. Cómo..no ven el paquete de resortes y los enganches y los ejes? Vayan por los anteojos.
Y si quitamos la rueda delantera se aprecia la disposición de los amortiguadores dobles y su relación con el pulmón del sistema neumático de apoyo delantero. Aquí sí me esmeré con el paquete y le puse algo similar a un eje.
También fueron consideradas sendas protecciones tanto del carter como de la caja transfer, el punto más bajo y expuesto del vientre del camión. Van a ser consideradas las apreciaciones sobre la facilidad/dificutad de la postura de los mismos para los servicios a caja y motor hechas al camión de René.
En unas semi-transpariencias se puede ver grosso modo cómo va la cosa en la Caja. Bajo los asientos del espacio del living/comedor (sic), a ambos lados, van sendos estanques de agua fresca y los respectivos espacios para disponer las bombas y los filtros. Espero poder fabricarlos sin mayor drama y ver si Grizzlicamp me puede dar una mano.
La altura de la Caja, como mencionado previamente, no será menor. Van a necesitarse buenas piernas para llegar. Me tranquiliza respecto del tema de los robos, pero naturalmente la altura es un impedimento para los puentes y cruces con travesaños en altura, sin mencionar ramas y uno que otro letrero mal ubicado. Una por otra. La vida es dura.
Ah! el block. La rectificadora se deshizo en excusas pero la cagada estaba hecha. Cómo no nos avisaron e hicieron perder el viaje trajeron ellos el block y el eje de levas hasta San Felipe a la semana siguiente. Al menos no quedaron mal a nuestros ojos. No sé si para ellos era importante o no, pero cumplieron igual. Bien.
El block, envuelto en celofán y limpiecito luego del baño químico obligado, quedaría en espera en un rinconcito para, de vuelta de vacaciones, comenzar con el armado más o menos programado.
Sin siquiera examinarla, Eduardo me encargó que comprara la bomba de aceite del motor, y así lo hice. Muchos kilómetros hechos, muchos kilómetros por hacer; mejor seguro que arrepentido. La bomba llegó al día siguiente y también quedó a la espera de su turno en la cadena de montaje; bueno, suena bonito así.
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