Esta historia esta buenisima, es como un homenaje a la ley de Murphy.
Esta espera es para que uno vaya a comprar cabritas y una gaseosa bien helada.
Apuesto que cuando nos tenga a todos bien metidos va a comenzar a pasar el sombrero como los comicos en la terraza de la playa, ja ,ajk a,ja.
Buena suerte