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Antiguo 14-05-2009, 20:16:11   #7
rmirandayopo
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Predeterminado Re: 29 Palms, California, USA

y por fin, el relato del paseo...

29 Palms – con sabor a desierto - Mayo 08-10


Como siempre, cuando la gente me pregunta acerca de mi último paseo, cual sea el nombre que yo les de, siempre me ven como a un bicho raro, así que tengo que darles nombres de lugares o pueblos cercanos al lugar visitado para que tengan una idea de donde estaba metido.

Visitamos una zona que se dedicaba a la minería. Llamada “the Dale and New Dale mining district”, pero la gran mayoría de personas no tiene idea de ese donde queda ese lugar, así que el poblado de 29 Palms ubicado a unas 15 millas es una buena referencia. Mucha gente reconoce ese nombre porque allí se encuentra una base militar. El parque nacional Joshua Tree también esta cerca, así que con esas referencias es más sencillo explicar donde estaba metido.

La gran mayoría de nuestro grupo partimos el viernes, con la idea de evitar el tráfico infernal de la autopista 91, además de levantar el campamento. Otros pocos llegaron el sábado en la mañana a primera hora. Cuando nosotros llegamos, hacia un calor insoportable, así que guindamos la lona a la camioneta en forma de toldo para que nos diera algo de sombra hasta que el sol se oculto. Mientras tanto, nos dedicamos a beber cervezas y conversar. Desistimos del paseo nocturno, la luna llena nos invitaba a pasear por el desierto, pero con tragos encima, es mejor no inventar y quedarse tranquilitos en la fogata.

En el desierto, el sol viene a ser el mejor reloj despertador. Anticipando esa movida, ni me moleste en levantar mi carpa (para no reconocer que no puedo hacerlo solito) y coloque mi saco de dormir directamente en el piso usando a la camioneta de cortina para cuando el sol saliera en la mañana, pues tener unos minutos mas de sueño. El plan funciono a la perfección, de hecho, me ahorre todo el tiempo de levantar y de guardar la carpa.

Salimos a la hora pautada y manejamos por senderos típicos del desierto, plagados de arbustos, arena y algo de piedras de vez en cuando hasta que llegamos a la base de las montañas donde están ubicadas las minas a visitar. Los caminos de la montaña son angostos pero encantadores. Ellos cantan para ti mientras transitas por ellos, es una característica bien singular de los mismos. Tú sabes que estas manejando por algo hecho a mano por el hombre por el crujir que produces cuando pasas sobre ellos. Ningún obstáculo puede catalogarse de difícil aquí, es solo cuestión de técnica y paciencia hasta que llegamos a las dunas. Aquí, lo que le dimos fue una pela a las camionetas, para poder conquistar las dunas, debes tener el acelerador a fondo y olvidarte de manejar suavemente. Nos encontramos unos carros quemados, y por supuesto, la tentación de trepar en ellos fue muy grande. Lo único que se puede hacer en estos casos, es reportar a las autoridades competentes el hallazgo, y que ellos se encarguen de removerlos, ya que de lo contrario, te pueden culpar a ti del acto de vandalismo.

Explorar las minas es una actividad peligrosa, pero la gran mayoría de ellas están inaccesibles, solo unas pocas tienen túneles por los cuales puedes caminar sin mayor peligro, pero sigue siendo aventurado, sin lugar a dudas. Nosotros tenemos la suerte de contar en nuestro grupo con varios conocedores del tema, así que escuchar la charla sobre que hacían los mineros y que material extraían es siempre una dicha.

Llegamos exhaustos al campamento, ni siquiera nos molestamos en prender la fogata, ya que la agradable temperatura del desierto no ameritaba una fuente de calor adicional. Nos dedicamos a beber las cervezas que quedaban y conversar sobre la experiencia vivida minutos antes, hasta que el cansancio nos venció y nos acostamos bien temprano, a las pocas horas del atardecer, diría yo.

Los planes para el domingo contemplaban la visita a una mina a cielo abierto, conocida como Iron Age Mine. Es realmente impresionante y bien grande. Estuvo en funcionamiento desde 1930 a 1960 aproximadamente, principalmente para extraer hierro que fue usado en la segunda guerra mundial.

Sin lugar a dudas, es un lugar a visitar durante primavera y otoño. Ni de casualidad en verano y quizás en invierno.

Roberto L. Miranda.
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