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Empezado por ZonaTuerca
Estimados amigos:
Les quiero contar una serie de vivencias que en estos últimos tiempos me han hecho concluir que estos bichitos, juguetes, jeepitos o como les quieran nombrar, efectivamente si tienen alma y lo mas hermoso, pero a la vez peligroso, es que tienen alma de niños mimados. Se humanizan con tanto cariño que sus propietarios les brindan, se ponen regalones con tanto agasajo y cositas nuevas que les colocan. Pero cuidado, es tanto lo regalones que se ponen, que cuando sus dueños aparecen con otro juguete que les puede hacer perder ese cariño -hasta ahora exclusivo-, arman unos berrinches que pa qué les cuento cauritos.
Pero como soy hombre que aporta datos concretos, reales y palpables con el afán de que esta tesis expuesta en el párrafo anterior, sirva de base para que ella se transforme en ley científica, acá les aporto tres experiencias horno recientes y muy conocidas por todos:
1.- El primer caso es el de un Samukita precioso cuyo dueño, don Esteban Sainz lo regaloneó hasta decir basta metiéndole cuanta cuestión se le ocurrió hasta dejarlo como un ejemplar único, de colección, precioso…uta que estaba contento el samukita.
No obstante, a poco partir la temporada 2005 de ZT, don Esteban, basándose en el tipo de pista y el estilo competitivo del campeonato, decide sacar a la pista a la casi desconocida Cherokee gris que a corto andar se transformó en su regalona y nueva propietaria de la inmensa mayoría de los regaloneos de su amo. Tanto la regaloneó que durante todo el 2005 ganó cuanta carrera quiso, mientras que el pobre samukita ahí seguía, triste, estacionado en la casa, mirando como gato pa la carnicería cada vez que veía a don Esteban los domingos por la mañana acercarse a limpiar y amononar a la cherokee mientras él seguía en el olvido.
Así las cosas y para mayor dolor y creciente furia, envidia y celos del samukita, apareció otra más, una rojita. Pero el samukita tendría su revancha. Si señores. Se venía el Jamboree y don Samukita tenía una nueva oportunidad para retomar su antigua exclusividad. Pero no. Estaba tan dolido, celoso, molesto y envidioso que cuando tuvo que salir a escena, simplemente se amurró y en medio de la grieta, ahí se quedó.
2.- Otro caso sensible de tomar en consideración es el del afamado Katrina de don Carlos Pozo. Katrina es otro samukita que el año pasado dio mucho que hablar. Fue uno de los vehículos que mas veces corrió y que varios podios se llevó. Era la época dorada de Katrina. Feo y todo el pobre, aporreado a más no decir, él siempre cumplía y no sólo eso, ganaba copas.
No obstante, nada hacía presagiar que su amo se iba a klentar con aquel bicho negro que tenía botado, a medio armar y que una vez finalizada la temporada 2005 le bajaría la locura por dejarlo soplado. Pero la realidad fue dura, cruel y triste para Katrina. Su amo ahora lo había dejado botado y en el más absoluto abandono por culpa del Nigga.
Pero pese a la rabia y los celos, igual Katrina quiso demostrar que él era el de verdad, que él y sólo él, era el que ganaba copas para su amo. Tanto empeño le puso, que en la fecha inaugural de la temporada 2006 de ZT ganó su categoría. Pero a la luz de los acontecimientos eso no fue suficiente para recuperar la atención exclusiva de su amo. Se venía el Jamboree y nuevamente el pobre Katrina pasó a segundo plano y ahí quedó, triste, llorando por el amor paternal que ya no era suyo.
Y así fue como para la segunda fecha, cuando se suponía que Katrina debía venir a ganar de nuevo, él dijo basta, hasta cuando, ándate a la conch…, qué te creí wn, etc, etc. Y se amurró en plena pista y no lo movió nadie hasta que terminó la competencia.
3.- Para finalizar esta ejemplificación de mi tesis, también quiero plantear el caso del famoso Number One (Nº1) de mi gran amigo Raúl Becerra. Ese TLC rojo que tantos logros ha obtenido, que tantas alegrías le ha dado a mi compadre. Si hasta en el Rain Forest anduvo. Pero la realidad del pobre Number One fue la misma de los dos casos anteriores. Si señores.
On Rulo, se compró otro TLC, filete, jamás jeepeado (y no es chiste), soplado, precioso…ufffff… mi compadre se volvió loco: neumas nuevos, dirección hidráulica y no se cuantas leseras más… y todo ello a vista y paciencia del ahora olvidado Number One, quien desde su rincón miraba con tanta tristeza y melancolía que al final se tradujeron en celos y envidia (y este wn si que es celoso).
Tan picado estaba el TLC rojito que cuando se inició la temporada de Aperrados, tenía preparada una talla wena, la venganza del Number One. Sacó a cuanto jeep pegado hubo durante toda la tarde, se lució… uta el jeep pa weno decían todos. Y Cuando le llegó la hora de reverdecer laureles y coronar una tarde de lujo en su turno de competencia… el wn se amurró. Partió y en el primer hoyo, crashhhhhhh!!!!!!!
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Creo que tras estos magnos ejemplos puedo señalar en propiedad que estos bichitos si tienen alma y ptas que son celosos; o como diría mi mentor en este tipo de análisis shakesperianos dignos de Harvard, don Rodrigo Calderón, más conocido como el Profe: le envidia es muy grande compadre!!!!
Viste Fabián, por eso es que tus cauros andan veleidosos este año
Jjajajajajajajaa…qué manera de escribir w….
Saludos
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