El Competidor
El participante de las 48 Horas de Atacama tiene por principal requisito poseer un espíritu aventurero, que le permitirá superar sus propios miedos (ridículo, señora, máquina, vértigo, frió, calor, oscuridad, el cuco) y enfrentar a 47 seres en completa exaltación, con su mente puesta en aquella resbalosa cima que solo 2-3 virtuosos logran alcanzar.
Para que una máquina pueda sobrevivir a las 48 horas necesita ser perfecta: suave, impetuosa y ágil. El piloto solo debe saber llevarla, como en el tango.
Durante las competencias se ha roto de todo: motores, cajas, diferenciales, chasis, cargadores y muchos, muchísimos orgullos.
La invitación está abierta a quienes se atrevan, pero su mente y corazón deben estar preparados, aquí se viene a triunfar o sufrir. No hay términos medios.
¿Quién se atreve?
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