[Eduardo Silva]

Empezado por MacMarquez4x4

que envidia pegarse uno de estos viajes .....

que cuiden sus 4x4 no se los vayan a pelar !!!!!!!!!!!!!!

Saludos

Tomado del relato en cruiserheads.com

"A las 12:30AM suena el teléfono en la habitación. Es El Chino quien con voz de pocos amigos me dice: “baja para mover los carros de donde están porque nos rompieron un vidrio y se robaron un poco de cosas”. El saldo: 1 vidrio lateral trasero del Peluche roto, faltan 2 sleeping bags, 2 chaquetas, el reproductor y como 20 CDs que Miguel Ángel acababa de comprar hace 2 días.

Al llegar al hotel, los carros no cabían en el estacionamiento debido a su altura, pero la recepcionista nos aseguró que estacionados al frente, en la calle pero a menos de 5 metros del Lobby (la fachada del hotel es un gran ventanal, no hay paredes) y con 3 vigilantes, no habría problema. “Esta es la mejor zona de Santiago y además le colocaremos un vigilante al lado de sus carros”.



Soy sumamente paranoico sobre donde estaciono mis carros. (Ya me robaron una camioneta en Caracas) y la idea no me gustaba en absoluto. Eso de dejar el carro en la calle en una ciudad grande va en contra del sentido común, pero buscamos y buscamos en vano un estacionamiento con la altura necesaria y en vista de que por algún motivo los hoteles en Santiago estaban todos full y este teñía solo dos habitaciones disponibles, decidimos tomar la opción.



Para ser justos con el hotel, debemos decir que nos reconocieron 1 noche gratis y US $ 700,oo por el hecho de que la recepcionista nos aseguró que los carros estarían vigilados por el personal de seguridad. Pero ahora debemos conseguir el vidrio, tarea nada fácil porque en Chile no se consigue la Serie 70 de Toyota. También debemos reponer los sleeping bags y las chaquetas porque tenemos por delante mucho frío en el Altiplano Boliviano y sin estos implementos nos las veríamos negras.



Al parecer Santiago de Chile no es la ciudad más segura del mundo, porque no somos los únicos viajeros venezolanos que han sido victimas del hampa en ella. La impresión reinante es de seguridad, pero por algún motivo el peligro parece estar “camuflado” ante los ojos externos. Al comentar a algunos chilenos sobre lo sucedido, recibimos varias respuestas. La mayoría simplemente no decían nada, solo arrugaban la nariz. Otro me respondió “¿dejaron los carros en la calle? Ja, ja, ja, ja” Y contestaron con burlona ironía: “pero si en Santiago no pasa eso”, como si alguien les hubiera ordenado que no deben hablar de la inseguridad….Al menos esa fue la impresión que nos dio…"