Cita:
Empezado por Pelao Daza
Hoy en la noche espero enviar algunas fotos ...
Saludos !!
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Gran relato Pelao! por aquí va el mío
VIERNES
Dejamos santiago como a las 20 horas rumbo al sur...Rana en la Rana, Giancarlo en el Wrangler, Cata en el Feroza, JuanK en el Trooper. En Rancagua se nos unió Juaco con su polola y Hans, de Rancagua Off Road, en una hilux cabina simple espectacular. Un viaje sin novedad hasta Linares, donde se nos unió Daniel Roa. Nos juntamos con Mauricio Molina y a Pejerrey los boletos.
Saliendo de Linares con Mauricio de copiloto, de repente el motor del frambue se extingue!!!!!!! Así sin más, se apagó sin dar anticipos, sin golpes ni ruidos raros. La maestría de Hans para diagnosticar el problema y solucionarlo (con el gentil auspicio del multímetro de Cata) me deja con la boca abierta: Un par de cables que estaban haciendo contacto. En un momento dice "Ya, dale arranque PARA QUE PARTA" (no para ver si parte) y el motorcito ronroneó de nuevo. Como digo "Nada más práctico que una buena teoría". Impresionante.
Con Cata, Chino, Juan y Mauricio decidimos ir a acampar a la entrada de la ruta que haríamos al día siguiente, el estero pejerrey, mientras el resto del grupo se acomodó en la cabaña que habíamos reservado. El reloj marcaba las 06 AM cuando terminamos de comer a la orilla del fuego en un cielo estrellado y acompañados por la música del estero y los grillos.
SABADO
Cata se levantó temprano y fue a dejar el feroza a las cabañas. Como a las 11, con un sol que presagiaba los calores que tendríamos, el resto de los acampantes dejamos todo listo para partir cuando llegara el resto de la comitiva. Juanito arma su bicicleta en que intentaría domar La Sin Puerta...todos lo mirábamos como diciendo "este wn está enfermo".
Llega Rana, Giancarlo y Daniel Roa y comenzamos a subir sin pérdida de tiempo. Las máquinas y las muñecas estaban funcionando muy bien. En la primera cumbre, escuchamos a Pachi de Rana que nos avisa que vienen subiendo en el Trooper de JuanK "Ufff, me digo, mala decisión subir solos, ese trooper no se la va a poder con el poco despeje de las bandejas y sin bloqueo", pero por ahí aparecieron los Tolios a apoyarlo.
Rana decide bajar a ayudar por lo que se necesitara, mientras los demás bajamos hasta un bajo donde hay una casa abandonada, y unos inmensos árboles con rica sombra para tomar un refrigerio, a la espera del resto del convoy. Poco a poco vienen llegando Rana, JuanK, Pelao Daza, Emiliano, Charly y Antonio. Seguimos avanzando luego de esperar que ellos también descansen un poco.
Nos enteramos que La Rana está con el alternador malo. Esperamos un poco. Pancho decide dejarla en el cerro y continuar. Gracias a los Tolios y sus hilux podemos acomodar la comitiva.
Hacemos las siguientes trepadas, llegando al altiplano donde hay unos hornos de barro. Con la ruta marcada en el GPS, no había por donde perderse.
Luego llegamos a un tubo con grietas a lado y lado, intercaladas. Uno a uno fuimos pasando, aplaudiendo a los demás. Espectaculares las paradas de rueda.
Más adelante, en una pasada angosta, a La Señorita de Charly se le cae un par de ruedas fuera del camino....no ví los detalles del rescate porque iba en el grupo de avanzada con Juaco. Seguimos avanzando por una parte más tranquila del camino: ancha, más bien plana, dentro de un lindo bosque de Peumos, Robles y otras especies nativas, hasta llegar a la segunda casa. Allí en una de "esas pasadas" (gravilla suelta, inclinación lateral, sin baranda) entrego el framue a mi copiloto Mauricio Molina, rey de estas rutas por derecho propio. Llegando a la casa, divisamos un zorro a no más de 15 metros.
La ruta en los próximos 2 km es bien tranquila, en un valle interior bastante plano, con grietas pequeñas en algunos sectores, hasta llegar a un alto "El portezuelo" "La cruz" en que se domina completamente el paisaje de Vega de Salas. Eran ya las 17 horas aprox. La vista sobrecoge. Vale la pena detenerse unos momentos.
Comienza el descenso final. Lo que sigue son tubos con grietas, algunas curvas cerradas que exigen ser tomadas con máximo control. Llegamos a la casa de los Neira, la familia que nos acogió en septiembre cuando, ya con más de 2 días en ruta, estábamos ávidos de una buena comida. Les llevamos algunos regalos, y los Tolios nos piden pasar adelante para llegar más temprano a armar campamento. Nos despedimos de esa familia tan cariñosa, y continuamos el avance.
Más tubos, más grietas. En una, Juaco y Charly toman una vía alternativa con una grieta profundísima en un tubo con paredes verticales. Hay una foto impresionante de la toy de Juaco con la rueda delantera derecha muuuuy arriba en la pared. Cuando casi la había vencido, la rueda cae y debe acomodarse para salir. Charly la vió un poco más negra porque no pudo subir la rueda a la pared, pero igual salió airoso.
Ya a la salida, nos detiene una gente que tiene casa allí. Estaban molestos porque no les habíamos pedido permiso para pasar, uno de ellos muy ofuscado, pero el dueño de casa estaba más calmado. Conversamos y hablando resolvimos el impasse.
De allí en adelante la ruta es un camino de ripio. Llegamos al campamento de los Tolios y Cata, Chino, Mauricio, Juan y yo decidimos acampar allí. Un poco más tarde llega Giancarlo en el Wrangler con Cata de copiloto. Daniel Roa está arriba, entre el portezuelo y la casa de los Neira, con sus hijos, con un candado roto que le impide continuar. Habíamos hecho La Sin Puerta en aprox 9 horas.
Chino saca su soldadora y con maestría repara el candado que bajó en el wrangler. Con Mauricio toman el frambue, y ya bien entrada la noche parten para arriba a terminar de resolver el problema. Esas grietas de noche no deben ser muy amistosas, pero si hay dos "capos" de la zona, son Chino y Mauricio.
Mientras tanto, disfrutamos la tertulia bien acompañada de mostos. Esperando el asadito que estaba armando Charly, preparé unos canapé de salmón con salsa tártara (jojo). Como a la 1:30 llegan el rescatado y los rescatistas. Hora de ir a dormir.
DOMINGO
Con el frambue con taras eléctricas (la radio recibía pero no salía), supuse que Pancho iría el domingo en la mañana a Linares a reparar el alternador, y que estaría de vuelta no antes de las 13 horas, así que nos levantamos, ordenamos todo, y partimos hacia las cabañas a esperar a Pancho. Efectivamente llegó como a esa hora, y con Giancarlo partimos en el wrangler y el frambue a rescatar el monstruo malherido de las profundidades cordilleranas. Ruta arriba: 90 minutos, sin percances. Reparar, Rana andando, van a buscar unas cosas dejadas más adelante, y retorno. Bajada: 45 minutos
Llegando al río, decidimos hacer un rito. Abrimos una botella de Ron, y con Pancho nos sentamos en las aguas del río a tomar un traguito mientras mirábamos los insectos, aves, peces saltando. Comentábamos de la ruta, de la amistad, de todo. Giancarlo, aún con su guata mala (qué wn más aperrado, el sábado debería haber pedido ambulancia) nos acompañaba desde la orilla.
Anocheciendo, rumbeamos a las cabañas, nos dimos una buena ducha y un bueeeeen piscinazo nocturno, hicimos un rico asado de cerdo y costillar de cordero, y yo me fui a dormir mientras los demás continuaban el disfrute.
LUNES
El alternador de Pancho seguía con dramas: cargaba todo el tiempo al máximo, con riesgo de quemarlo, así que desconectó, puso la batería del wrangler, y enfilamos hacia La Maldita. A la entrada de la ruta, Pancho dedice no subir por el riesgo de quedarse arriba sin electricidad, así que decidimos seguir hasta Linares (ya habíamos avanzado mucho hacia abajo) y reparar el alternador de la rana, mi circuito trasero de frenos y un retén de diferencial del frambue que estaba roto. Giancarlo adelante, siempre avisando "vehículo en contra", "personas en la orilla", "wn manejando como loco", etc. Grande Giancarlo.
Entrando al pavimento el frambue se queda sin bencina. Le echamos de un bidón que tenía Rana y llegamos en medio de un calor inmenso a Linares. Estacionamos en la plaza y a comprar un cargador para teléfono para poder llamar a Mauricio. Me da unos datos, y de pronto aparece, en ropa de ciudad, irreconocible jojoojo..
Pancho encontró dónde le revisaran el alternador, pero recorrimos todos los datos, y todos ocupadísimos...así que decidí rellenar el diff trasero y regresar a santiago sólo con frenos delanteros. Son las 17 horas.
El retorno sin mayor drama, excelente giancarlo como co-rutero. En el cruce Viluco pasado Laguna de Aculeo, me despido de Giancarlo y enrumbo a Isla de Maipo.
En el trayecto empiezo a sentir un sospechoso ruido cerca del diferencial trasero...ufff....¿rodamiento? era raro, a veces sonaba y a veces nada...no no debe ser. No hay juego en la rueda trasera. Por cualquier cosa me voy despacio.
En la autopista no debí usar los frenos, pero aquí sí, para evitar atropellar un perro. Pude frenar, pero la pérdida de capacidad fue notable. Lamentablemente lo aprendí tarde porque si hubiera tenido que frenar brusco en la autopista definitivamente paso de largo. Espero que Giancarlo haya llegado sin novedad.
MARTES
Y aquí estoy, en casa, esperando que llegue semana santa para regresar.
Saludos,
OB1