Según dice el reportaje, la mayoría de las marcas pertenece a BMW y la marca Land rover fué vendida a Ford.
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La producción se detuvo en la planta de Longbridge, en Birmingham, donde 6.000 personas pueden perder su puesto de trabajo. Los primeros cálculos estiman que otros 15.000 empleos en compañías suministradoras de Rover pueden destruirse en la región inglesa de las Midlands.
La bancarrota de la compañía MG Rover acerca el punto final a una historia centenaria. En Londbridge se creó la primera factoría en 1905, para producir modelos de la casa Austin, que se fusionó en 1952 con Morris. La Corporación Británica del Motor fue nacionalizada y en los años ochenta adquirida por British Aerospace.
La última fase de la historia de Rover comenzó con la entrada de BMW en 1994, pero a pesar de producir modelos con éxito, como el Rover 75 o el nuevo Mini, la empresa alemana se deshizo del grupo, que perdía casi 3.5 millones de euros diarios, en 2000. El consorcio Phoenix, liderado por un antiguo consejero general de Rover, John Towers, compró el grupo a BMW por 15 euros, prometiendo la supervivencia de la empresa. Tan sólo ha conseguido reducir sus pérdidas y ha sido acusado de desviar decenas de millones hacia fondos privados.
El futuro del grupo, según los expertos, es posiblemente la venta disgregada de sus partes, pero se señalaba que queda poco valor en la empresa. Las marcas comerciales son propiedad de BMW, que vendió Land Rover a Ford y se quedó con la fabricación del nuevo Mini.
Saludos;
Renato Figueroa
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