[Curricon]

El día siguiente tomamos ruta a Puerto Aisén. Nuestro amigo Jaime Briceño, nos dio el nombre de un amigo que nos haría sentir las bondades de los aiseninos. Por la tarde lo llamamos, nos dijo que estacionáramos en la plaza ¡¡era muy segura¡¡ y que pasáramos la noche allí. Unas ricas merluzas fritas estilo terral fueron nuestra cena y por la mañana Juan Carlos nos fue a ver, nos llevó a hacer los trámites al SAG para sacar a Luca, a tomar café, nos dio agua, paltas y hasta “puyes” que son muy escasos por su breve temporada… nos dedicó su escaso tiempo para acompañar a estos locos viajeros… ¡¡muchas gracias Juan Carlos realmente te pasaste¡¡. La ruta continuó por Coihaique, pero pasamos muy rápido debido a que es una ciudad mucho mas grande pero mas complicada, en el camino cargamos combustible para asegurarnos, porque habían muchas bombas que no tenían stock y nos fuimos hasta Cerro Castillo.
Cerro Castillo es un pequeño pueblo donde se puede visitar el “Museo Escuela”, es la primera escuela que tuvo el pueblo y fue construida por sus mismos habitantes con el objetivo de tener acceso a educación, el terreno fue donado por pueblerinos y entre todos hicieron un digno edificio que reunía a niños de muy lejanas localidades…¡¡notable iniciativa¡¡. Su encargado “Domingo” fue muy simpático, nos llevó a ver la “cueva de las manos” donde indios ancestrales dejaron plasmada su marca en la roca. Él piensa que desde allá tenían vista privilegiada a todo el monte, era un punto estratégico para protegerse de animales salvajes. Domingo nos dejó llevar a Luca y como es viajero caminó todo el trayecto, lo pasó chancho al punto que quedó lleno de tierra y como rosario por las pimpinelas (bolitas de espina) que tenía pegadas en su pelo. Pasamos la fría noche a las afueras del museo y con la mágica vista al Cerro Castillo y Campana.

Queridos amigos, la travesía por la Patagonia Chilena y Argentina la dividiremos en 2 bitácoras para no aburrirlos y porque cada lugar visto es una experiencia que queremos trasmitirles. Estamos felices de haber iniciado la travesía, nos hemos encontrado con muchas casas rodantes que nos paran en el camino para conversar, se asombran de nuestro proyecto y que la célula sea chilena... incluso lo primero que miran son los neumáticos y te preguntan ¿se consiguen en Chile?. Este inicio de viaje fue diferente, hemos podido hablar con mayo propiedad por la experiencia vivida en los primeros meses de travesía, muchas de las casas rodantes nos preguntan datos y puntos de GPS de ciertos países y eso nos hace sentir que podemos devolver la mano a nuestros amigos de ruta.

La naturaleza es impactante, te deja sin palabras, hemos contemplado bellos amaneceres y místicos atardeceres, te sientes un privilegiado de la vida por que tus ojos puedan ver esos hermosos paisajes, estamos mas que felices por estar itinerantes, hasta Luca despierta ansioso por descubrir nuevos olores y dejar su marca en cada planta que hay, ¡¡sin duda que lo vivido supera con creces lo que imagine y soñé por tanto años¡¡… ¡¡a seguir viajando Team Terral¡¡.