El estanque de refrigerante, montado en el soporte del guardafango, también salió volando luego de un par de cavilaciones. No tenía muchas ganas de manipularlo pero al final me dije que ya que había llegado hasta este punto daba lo mismo desarmar un poco más. P’afuera.
Cuando quité los soportes del lado izquierdo quedó al descubierto la caja de la dirección, con toda la mugre que aún la cubría y llenaba sus recovecos. Agarré los destornilladores y las espátulas y saqué lo que pude y luego seguí con una escobillada con gasolina a todo lo que encontré que estaba sucio. Luego de un rato ya estaba medio volado, oliendo a gasolina hasta el pelo, pero el reservorio, la bomba y las cañerías lucían mucho mejor.
Las mangueras tejidas debían de ser reemplazadas porque nunca iban a quedar limpias, no importa cuánto lo intentara, y ya tenían sus años.
El larguero estaba casi listo y pelado, sin los soportes, casi listo para limpiarlo y luego pintarlo, pero las mangueras y cañerías de la caja de dirección arruinaban el paisaje. Me di cuenta también que jamás lograría limpiar en modo adecuado la caja si no sacaba las cañerías, y que ese era el próximo paso a seguir antes de pensar en atacar el chasis.
La pila de piezas a limpiar y luego pintar iba creciendo a cada momento, y al parecer no pararía de crecer. Había ya una gran cantidad de trabajo que aguardaba. Hmm…
Y, apenas pude, saqué el reservorio y las cañerías y mangueras del sistema de dirección. Quedó la escoba con el ATF, pero al menos ya no tendría todos esos obstáculos y podría, más adelante, limpiar todo con detenimiento y sacar las mangueras para reemplazarlas.
Detrás del soporte del reservorio de ATF había aún un par de kilos de mugre que era imposible de limpiar con él en plaza. Por fortuna era solo mierdecilla y no había oxido. Empecé a sacar la cosa con instrumentos y después pasé a varias manos de gasolina y luego a cepillo metálico. Cuando me detuve, ya cabreado con los vapores de la gasolina, se veía mejor, pero lejos de estar listo para imprimar. Habría que granallar un poco, sobre todo en los recovecos.
De a poco iba avanzando… muy de a poco… pero iba avanzando.