Estimados Colegas, si les anticipé que la próxima aventura de Terral estaría buena me quedé corto… estuvo buenísima ¿el porqué?... bueno les contaré que estábamos buscando panoramas para este fin de semana largo, me dije a mi mismo “mismo date un descanso bien desconectado del mundo”… bueno así lo hice…. Junto a Karen y mi madre decidimos que queríamos ir a ver el desierto florido, la pregunta del millón….¿hay flores?...¿donde tenemos que internarnos?... bueno en eso se me alumbró la ampolleta y digo… “voy a llamar a Ignacio Casale para preguntarle”…. Lo llamo y como siempre el muy amable me contesta y me dice …”pero si yo voy para allá… vamos”…. Ohhhh los invitados de piedra sin querer queriendo sacamos invitación. Ignacio me dijo que iba con un grupo de amigos y que partirían el Jueves en la madrugada, así que quedamos que los esperaríamos en la Copec de la salida de La Serena. Perfecto¡¡¡ comenzamos a preparar las cosas, mas felices que perro con pulgas, Karen se encargó de preparar la comida que llevaríamos y yo me traje el camión el mismo miércoles para poder dormir en él y que bajáramos temprano a La Serena. En la noche decidimos dormir fuera de la casa de Vicuña pero en el camión, estábamos conversando con Karen cuando de repente Karen con su super oído (es piti pero no sorda) siente que hay un pequeño ruido y sigue hablando pero se acerca a la ventana de la cocina, no ve nada y sigue hablando (como si no le costara) y se mueve a la ventana de la pieza y ve que hay 2 jóvenes de 18 aprox. Debajo de la ventana y me dice fuerte que hay 2 tipos raros debajo de la venta, así que abrimos la puerta y salieron arrancando…. Uff¡¡¡¡ quedamos todo tiritones y asustados así que decidimos irnos a dormir al estacionamiento del Hotel, la razón es que allí lo acondicionamos para que sea estacionamiento futuro de Overlanders y casas rodantes, con cámaras de descargas de aguas servidas. Aún no estaba del todo terminado pero ya estaban instalados los focos de alumbrado y las cámaras de seguridad con cerco eléctrico así que nos fuimos a dormir tranquilos.
En la mañana saco el camión, pasamos a buscar a mi mamá que estaba en la casa y bajamos a La Serena, en la bomba nos bajamos a hacer hora y me doy cuenta que le hice un “pequeño” cariñito al home, fui bastante cariñoso¡¡, la teoría es que anoche cuando llegamos al estacionamiento era de noche y probablemente me cerré mucho y sin darme cuenta la pasé a llevar. Estaba ansioso de ponerme el overol y comenzar a repararlo con fibra de vidrio, pero ya estábamos a pocas horas del encuentro con nuestros amigos. El punto de encuentro sería el Homecenter Sodimac de La Serena, cuando vamos llegando justo viene llegando Ignacio en su camión amarillo, ucha que estábamos contentos¡¡¡, era como estar en manada, al seguirlo nos reunimos con otra casa rodante que era de Alvaro, nos recibieron tan bien, que a parte de ser lindo el haber tenido la oportunidad de compartir experiencia con otras casas rodantes, nos integraron tan bien que nos sentimos como en manada.
Comenzamos a presentarnos con todos, las mujeres integraron de inmediato a Karen y yo feliz viendo la ruta, viendo las motorhomes de nuestros nuevos amigos. Conocimos a Tulio un simpático salchicha juguetón y muy buen compañero. En la espera nos enteramos que también iría Marcos, que hacía mucho no lo veía y con quien tenemos especial afecto por haber iniciado casi juntos estos locos proyectos.
Comenzamos la ruta rumbo a Punta de Choros para encontrar una playa donde estacionarnos y almorzar, nosotros tuvimos que para antes para darle almuerzo a mi madre y luego seguimos para alcanzarlos, cuando los buscábamos entre las dunas y arenas, vemos al camión de Ignacio y vemos que se había quedado pegada una de las camionetas que iba en la caravana así que el paseo se puso aún mas entretenido. La camioneta salió sola pero la motorhome dado su peso se complicó en el paso de la arena suelta y se quedaba pegada, así que junto a Alvaro la preparamos para tirarla hasta una mejor parte del camino y eso también fue muy entretenido. Ver por los espejos las motorhome en caravana, en la arena, era un gran espectáculo¡¡¡. En eso que vamos saliendo veo que está llegando otra motorhome, era nuestro amigo Marcos que hace varios años que no nos veíamos y ninguno de los 2 había visto como habían quedado sus proyectos de M-H. Nos dio mucho gusto este gran reencuentro así que estábamos mas que felices y agradecidos por haber tenido esta oportunidad.
Buscábamos estacionamiento seguro y llegamos a un buen roquerío, comenzamos a estacionar las M-H, aunque suene cliché pero se veían sencillamente geniales¡¡¡¡. Nos bajamos a conversar de tantas y tantas experiencias que estos nuevos amigos nos tenían que entregar, prepararon una excelente fogata que hacía aún mas ameno el compartir. Con Karen nos sorprendimos al ver que Alvaro e Ignacio llevaban la carga de leña propicia para mantener el fuego durante todas estas jornadas y tornando mas cálido el conversar. Aproveché de arreglar el cariñito que le había hecho a la casa rodante, aún no está terminado, se ve con poca terminación pero me falta lijar y luego pintarlo para que no quede de ese rojo tan llamativo por efecto del acelerante.
No sentimos el temblor que hubo y que espantó a los turistas que visitaban nuestra región, sólo nos enteramos cuando otro matrimonio se nos unió y nos llevaron las buenas nuevas. Risas, historias, rica carne, ricos aperitivos que Karen disfrutó nos acompañaron durante todas las jornadas. Alvaro llevaba una cuadrimoto, Karen me decía….”nooo otra vez noooo no comencemos a medir de nuevo si un cuadri no nos cabe” jajajajajja….. bueno yo se la conseguí para llevarla a dar un paseo y era una 350 que nos soportaba muy bien a ambos, al probarla mas me crecía la idea de hacer el máximo de esfuerzo por poner un cuadri…. Junto a Alvaro e Ignacio llegamos a la conclusión que además del peso es la proyección de la parte trasera lo que mas nos complicaría, por lo cual no resultaba viable llevar uno de esos modelitos L.
Las caminatas matutinas impulsadas por Crim, nos motivaban a todos para urnirnos en algún tramo a la caminata que nos permitía contemplar los bellos colores del agua en los roqueríos, habían flores que hacían notar el paso del desierto florido un par de semanas antes, así que vimos algunas flores pero lo mejor fue esta gran experiencia de compartir con tanta gente maravillosa y que nos enseñó mucho para futuras experiencias, de hecho Karen sumó platos para variar los menús.
Todas las comidas eran comunitarias, entretenidas, es mas antes de venirnos nos estacionamos todas las casas antes de llegar al pueblo de Punta de Choros, almorzamos, la gente que pasaba en sus vehículos nos tocaba la bocina o sacaba fotos.
Nos impresionó lo grandes amigos que son, una familia muy linda, que nos integró tan bien, que no tenemos palabras para agradecer esta tremenda oportunidad, a la mayoría los conocíamos por primera vez pero nos recibieron tan bien que aprovechamos este medio para darles un gran “GRACIAS” y que esperamos sumarnos a cualquier otra gran salida.. lo pasamos GENIAL¡¡.
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