Estimados Amigos del Twisted, imagino que todos estamos conectados con las buenas nuevas de TAA 2013, desde Vicuña city y con grandes ansias de poder arrancarme a ver la carrera, les envío un gran saludo a los participantes y no me cabe duda que lo disfrutarán a concho.
Yo tengo pendiente el relato de lo que fue el regreso a La Serena con Terral, demás está decir lo gratificante que es subirse al bicho y comenzar a manejarlo, mi cabeza de inmediato cambia un chip y se me pasan todo el stress, sin duda es la mejor terapia. Regresamos a La Serena el viernes por la mañana, nos vinimos muy cargados con compras que teníamos que hacer para el Hotel, emprendimos retirada, por la autopista algunos colegas son bien imprudentes, corren mucho los camiones cosa que es muy peligrosa, camiones doblemente cargados nos pasaban por sobre los 90 como flechas. Nos vinimos con cuidado, paramos a almorzar al volante y seguimos porque Karen tenía el cumpleaños de su hermana. Llegamos sin novedad a La Serena y nos quedamos a dormir en la costanera, las olas y el aire marino nos relajaban para un reponedor dormir. En la mañana tenía que pasar a hacer compras para el Hotel y antes de bajarnos sentimos un pequeño ruido y a los segundos sentimos que suena agua corriendo, nos paramos raudos de la cama y vimos que nos estábamos llenando de agua. Rápidamente despejé la zona de los estanques (recuerden que venía muy cargado) y vi que la manguera del agua caliente había colapsado y se rompió. De toda la red de agua que habíamos hecho efectivamente ésta era una de mis dudas, por lo cual no nos quedó mas remedio que comenzar a sacar todas las cajas para que no se mojaran y tratar de secar lo mas que podíamos. Si que agradezco haber aplicado el impermeabilizante (linex). al piso porque sino se podría repetir la historia de la antigua casa.
El domingo comencé a repararla, mientras Karen ordenaba la casa, pero me faltaban algunos materiales, así que me entretuve haciendo la instalación del tubo que hará de respiradero para el horno que tenemos instalado en la casa, pero me faltaban materiales, así que me resigné a que el próximo fin de semana me dedicaría a los arreglines. Otra cosa que hice es redistribuír los pesos, en el eje trasero tengo 7.800 aprox. y por manual de fabricante dicen que lo óptimo es tener hasta 6.000 así que cambié todas las herramientas hacia el sector de adelante, para tratar de bajar algunos kilos.
Llegó el fin de semana pasado, por la mañana salió un Terral que hace mucho no se veía por a fuerza que traía (voló todas las decoraciones dieciocheras) e hizo un calor realmente de locos. El sábado la casa del camión estaba fresca pero igualmente se dejó sentir el aire caliente, comencé a trabajar mientras Karen descansaba (no se sentía bien) y dejé hechas las instalaciones. Como el camión lo tengo estacionado en el sector de Mamalluca, nos fuimos a dormir a una loma del cerro, sólitos, zorros y liebres se veían en la oscuridad. Por la mañana el objetivo era seguir disfrutando de los arreglines del camión y de hacer un rico asado pero los 39 grados de calor nos hicieron bajar buscando un sector mas ventilado y con un clima un poco mas fresco.
Nos fuimos a Puclaro, a la orilla del rio, vegetación, agua fresca (aún queda agua en el río), el panorama perfecto¡¡¡, sacamos la parrilla, abrimos las ventanas y escotillas y nos aprontamos a disfrutar de la belleza del paisaje. Mientras hacíamos el asado, pasaban muchas cabritas pastando arreadas por un huaso a caballo a quien le invitamos una salchicha. Bueno la tarde transcurrió perfectamente tranquila, nuestros amigos argentinos nos fueron a ver para tomar unos buenos mates y cuando estábamos dentro de la casa, Karen cerró las puertas porque había mucho viento (recuerden que allí se hace Kitesurf) y veo que se acerca un huaso joven a caballo, era un joven de unos 25 años, el cual venía con un fierro en la mano, muy borracho y entre lo escaso que se le entendía por la borrachera y la tartamudez que tenía, nos amenazaba que nos iba a romper la casa a ¡¡fierrasos¡¡ porque queríamos robarle sus caballos, que nos jodería a fierrazos, mi amigo argentino que es del pueblo le dijo que éramos de allí, que o queríamos robar nada y cuando ya iba a empezar a pegar lo amenazamos con los pacos que lo estábamos llamando y nos empezamos a mover para pasarnos por el fuelle, era muy peligroso salir del home. Nos amenazó con que nos estaba vigilando y que nos daba poco tiempo para partir. Comprenderán que la alegría y paz que habíamos tenido durante todo el magnífico día se había ido, estos huasos brutos borrachos y medios locos son tan peligrosos como los malandras de las poblaciones, porque no razonan mucho y su brutalidad no tiene límites.
Comenzamos a movernos, mis amigos se bajaron del camión y se pasaron a su jeep, ya había oscurecido y mientras yo manejaba me apuntaban con un puntero láser desde el pueblo¡¡¡ me daba directo a la cara lo que era muy molesto para manejar, nos siguió todo el trayecto hasta que subimos hasta el pueblo. Lo único entretenido que puedo contar de esta parte es que para bajar (o subir) al sector de donde Puclaro se secó, hay una subida bien empinada, que habíamos bajado en el jeep, para llegar al río bajamos por otro sector estrecho pero mas seguro, pero dadas las circunstancias, teníamos que irnos por el sector mas rápido, así que puse primera y la tracción, el camión subió como araña¡¡¡, increíblemente suave y sin mucha exigencia…. así que con eso compensé el mal rato.
La moraleja es que el fuelle es siempre necesario, que por mas que sea un lugar que ya hayas visitado y que conozcas, debes tener las puertas cerradas del camión y estar atento por las ventanas a lo que sucede a tu alrededor.
Sigo con mucha pega, pero en cuanto pueda me arrancaré a algún lugar de la región a disfrutar de Terral.
