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Antiguo 14-10-2012, 00:34:13   #863
pairospam
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Predeterminado Re: Merkabah: de tolva a motorhome

Y llegó de nuevo el fin de semana y de vuelta temprano a trabajar en el taller. Como estaba solo y ya no me quedaban brocas buenas partí a comprar otras y aproveché de pasar a ver de qué iba la improbable modificación de las crucetas. Cuando llegué, el tornero estaba recién enfundándose en un overall que competía con el mío en la cantidad de mugre y, por supuesto, aún no había tocado las crucetas. Le auguré buen trabajo y volví al taller, a lo mío.

Luego de un par de horas de brutear con la mugre y el óxido siempre omnipresente en el chasis tuve que dejar la cosa y partir a almorzar ya que yo además debía de llevar a la señora que nos iba a ayudar con el planchado (detestable actividad doméstica) a esa precisa hora. En fin.

El domingo fue de pasar el trasnoche luego de la muy entretenida reunión de los pseudo-camioneros donde René Larraguibel y señora, así que no me arremangué la camisa siquiera.

El lunes fue otra cosa, sin embargo. Eduardo afiló las brocas y agarré el taladro y le di hasta que el mandril rechinó y ya no quiso apretar más. Luego de casi cuatro años y de un sinmúmero de orificios practicados en condiciones antirreglamentarias el taladro se rindió. El motor aún tenía para rato pero habría que reemplazar el mandril, y yo había dicho que apenas ese taladro muriese iría a comprar otro de la misma marca y procedencia pero más potente en honor a que el Bosch se había demostardo casi indestructible.

Una vez en el Sodimac sucumbí a la estúpida tentación de comprar un taladro chino con el doble de potencia y a mitad de precio en relación con el upgrade del Bosch. Parecía bueno y algunos comentarios eran bastante elogiosos así que sin más compré el famoso taladro chino. Error.

Me subí al chasis de la Merkabah y uego de hacer cinco hoyos la máquina oriental simplemente dejó de funcionar. Veinte minutos antes el mango lateral se había roto al apretar el perno de ajuste, sin mucha fuerza por supuesto. Así que sin más remedio de vuelta al Sodimac, agarra otro igual y tráelo a trabajar. Pero el segundo taladro hiperpotente duró menos que la lombriz en el pico del pavo también y como al tercer hoyo empezó a largar una humareda terrible. Horror de malo! No dejó de funcionar pero ya era mucho, mucho. Seguí usándolo confiando en que era solo la grasa en exceso que se había calentado hasta que de las brocas no quedó más que una serie de recuerdos, de dolor de muñecas y de trozos de brocas repartidos por aquí y por allá.

Al final y como siempre, el último hoyo de 14 mm. quedó incompleto porque la broca se cansó de jugar. Siempre, siempre… el último de todos.

Consultado el tornero de cómo avanzaba el asunto de las crucetas informó que con las herramientas que tenía no le había hecho ni cosquillas al dado. Se conseguiría no sé qué herramientita y probaría esa tarde a hacerle hoyo e hilo. La esperanza no se pierde nunca.

Al día siguiente el tornero entregó las crucetas ya perforadas pero a cambio hubo que entregarle dos juegos de machos porque los suyos habían quedado para la historia. Los dados con graseras permitirían engrasar las crucetas que no tienen espacio para poner la grasera en el cuerpo; allí ponemos un tapón y la grasa se repartiría a los demás dados. Bien , hasta allí. Pero lo que parecía solucionado estaba lejos de ser así, para variar. Ya les contaré.

De donde el tornero me fui al Sodimac y devolví el segundo taladro chino con olor a humo para cambiarlo por el Bosch que debí llevarme el primer día. Los de servicio al cliente no me hicieron problema alguna por el cambio. Deben de ser realmente malos y deben devolverlos en forma frecuente.

De vuelta en el taller terminé de perforar el último agujero de 14 mm. y acabé con el trabajo de alargamiento de la cola. Faltaba solo preparar el metal para la imprimación y luego la pintura.

Saludos.

Pairoa










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