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Antiguo 24-04-2012, 18:27:26   #664
pairospam
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Predeterminado Re: Merkabah: de tolva a motorhome

Hola a todos:

No he tenido el momento para contestar a cada comentario pero como dije antes el cuento de los pulmones/cámaras de freno o simplemente “los tarros” es un asunto superado; ya verán más adelante.

En cuanto a lo de alargar la distancia entre ejes la verdad es que no vale la pena hacerlo. Que el tren trasero “salte” y los neumáticos se acerquen tanto como aparece en la foto cuando levanté el bogie desde el medio es poco probable, y si llego a poner cadenas voy a andar despacito, se los aseguro.

Poner tensores más largos es un culo porque para empezar tienes que cambiarlos todos, encontrarlos primero y pagarlos después. Lo que pueda aumentar el radio de giro es despreciable en una mole como la Merkabah

Las chicharras reguladoras están buenas.

Nigel: el asunto es que en pedir no hay engaño, solo debes saber provocar y aprovechar la oportunidad si quieres que tu negocio prospere. Esa desarmaduría/chiquero está tal como está porque el dueño así lo quiere, ni más ni menos.

El resultado de la limpieza del yugo era bastante prometedor pero el óxido y la mugre parecían no tener fin, y había un lote de lugares a los que no llegaban las gratas ni el cepillo, al menos no como yo quería que quedaran. Usé el potente desengrasador para tratar de ayudar a la limpieza manual pero lo que estaba ya pulido se oxidó de inmediato con el agua del enjuague. Ops.

Eliminé con el esmeril angular el metal que protruía como labios de actriz porno de los estribos y con combo y cincel saqué el óxido de los soportes de los topes de goma, una pega lenta y sucia.

La junta cardánica era especialmente difícil de limpiar ya que la mayoría de los pernos estaba atascada y era complicado bloquear el eje para aplicar el torque necesario para soltarlos. Lo tendría que hacer igual después, por supuesto, pero le había pedido al maestro Chaleco que reparara los estribos y ya estaba por llegar así es que dejé de trabajar en el yugo y lo cubrí con cartón por todos lados para evitar que se dañara con las salpicaduras de la soldadura. Quedó bastante feo, como elefante después de juerga, pero funcional.

El otoño llegó y yo aún no había tomado vacaciones y francamente estaba cabreado y aburrido con la pega regular así es que decidí tomarme un par de semanas para desconectarme y dedicarme a tiempo completo al proyecto. Esta vez no podía perderme sin rumbo en el horizonte ya que la Terrano estaba en estado vegetativo y necesitaba hacer economías para poder resucitarla sin afectar el presupuesto de la Merkabah.

El veterano soldador llegó temprano al lunes siguiente y cortó una pieza de acero de una pulgada que conseguí para reemplazar el material consumido por el sobreexigido camión en los últimos años. Lo acomodó en el estribo derecho que había cuidadosamente preparado antes. Se veía bastante bien.

Mientras Chaleco se ocupaba de los estribos yo experimenté un poco con el taladro y las gratas para ver si las tapas de los tambores y en general los fierros planos quedaban bien pulidos y si era muy lento el proceso. De no ser adecuado debería de mandarlos a arenar y francamente no tenía muchas ganas luego de la experiencia de las llantas en el único lugar donde arenan en las cercanías.

En general el resultado era adecuado y no era muy lento pero requeriría de varias gratas de distintos tamaños y formas así es que salí a buscarlos y los compré.

Luego de cepillar las piezas las desabollé y quedaron bastante bien excepto por una de ellas que tenía un par de agujeros pero que fácilmente podían rellenarse con la soldadura MIG, algo que yo sí manejaba. Bien.

Chaleco terminó de soldar y de esmerilar el estribo y la soldadura era impecable, pero no estaba muy contento con la terminación así es que le pedí, del modo más amable posible, que me dejara a mí la terminación final del cuento. Él, conociendo lo maniático que soy, por supuesto no tuvo ningún reparo.

Eduardo y yo tuvimos una pequeña plática y me convenció de que para avanzar realmente necesitaba trabajar y desarmar los dos ejes traseros a la vez y así inspeccionar, desarmar y reparar todo de una vez para poder luego armar todo el conjunto también de una sola vez. Tenía mis inquietudes ya que me preocupaba el espacio de trabajo pero en realidad él estaba en lo correcto.

De modo que agarré las piezas esparcidas por allí, las protegí apropiadamente y las dispuse de manera ordenada. Bueno, más o menos.

Al día siguiente tomé el tecle portátil y luego de sacar el pesado y grasiento cardán le colgué el eje #2, terminé de soltarlo y empecé con una serie de difíciles maniobras para tratar de sacarlo de debajo del chasis. Cuando la masa de fierro estuvo afuera hice un par de intentos de dejarlo sobre los pilotes nuevos pero quedaba tan inestable que no era para nada seguro trabajar de ese modo, así que terminé instalando el eje #2 sobre los caballetes con ayuda de Chaleco. Como había planificado trabajar con un solo eje a la vez no había fabricado más pilotes. Al final el arreglo resultó ser bastante estable pero Chaleco sugirió reforzar los largueros con trozos de perfiles para mayor seguridad.
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