TRAVESIA PEDERNAL – SALAMANCA 2011
Narración desde la perspectiva de Ermitaño
Un día Tito Fuentes posteó en el foro acerca de unas rutas muy entretenidas por su tierra invitando a los interesados a conocerlas, se sumó Eduardo Hurtado, otro conocedor de la zona y entre conversa y fotos qué subían se interesó el Pelao Daza que conoce harto por allá también, luego se sumó otro prócer de las travesías Don Jorge Cila y María Teresa, lo cual generó una dinámica tan atractiva que se armo una Travesía de Invierno casi de inmediato con el entusiasta apoyo de otros comensales que se incorporaban a la sobremesa. Como pequeño saltamontes que soy, aporté un monito para hacer un logo y ya teníamos auto-organizada una salida de alto nivel en lo que se refiere a la zona geográfica y calidez de las personas que se sumaban.
Animados por Blaky, empezamos con Majitu la búsqueda de mapas para orientarse acerca del lugar ya que como estamos en invierno hay que ser cuidadoso con la Sra., cordillera que si la pillan de malas cualquier cosa puede pasar!!! Bueno, para seguir el hilo el entusiasmo creció al punto que los días de espera se hacían eternos.
Cuando, por fin el día sábado de madrugada le dimos partida a la camioneta estábamos como niños chicos con juguete nuevo. Se empezó a armar la caravana con la compañía de la niebla costera que se empeñó en acompañarnos un buen rato.
Y que luego dió paso al sol esplendoroso que nos llevó rumbo al punto de reunión general en Alicahue.
Y partimos las 21 maquinas rumbo a la pre-cordillera nevada que nos esperaba a lo lejos.
La primera baja fue Blaky y su familia por un recalentamiento de su hilux… tratamos de reparar pero no hubo caso y decidió devolverse al pueblo a ver si encontraba un mecánico que le pudiera ayudar a resolver el problema.
Los 20 aventureros restantes avanzamos por cuestas y parajes muy bellos.
A medida que subíamos apareció la nieve y el barro haciendo interesante el camino, alguna panne mecánica fue resuelta rápidamente. En este punto fallo la tracción de una Runner que se devolvió acompañado de su socio.
Un maravilloso valle nevado recibió a los 19 aventureros rodeado por un anfiteatro de montañas nevadas.
Tanta belleza tenía sus espinitas porque lo interesante del paisaje escondía una superficie muy resbaladiza y una camioneta y un TLC se cayeron de la huella, por suerte sin más consecuencias que un susto…
Más adelante había unos barrizales de padre y señor mío que dejaron pasar a algunos y a otros trataban de tragárselos, debiendo bregar un largo rato lograr salir.
Y se fue el día en un suspiro. Antes que bajara el sol armamos campamento en un lugar seco…
se repusieron fuerzas con los clásicos asados y la fogata nocturna para espantar el frio, donde hasta un vinito navegado entregó calor en la gélida noche.
Esta es una de las buenas actividades de las travesías, la oportunidad de conversar con gente que comparte sus viajes y experiencias dejando ese saborcito dulce de la amistad que tanto bien le hace al corazón.
En plena noche sentimos un motor a lo lejos… esperamos con curiosidad y de repente apareció de la nada nuestro amigo Blaky que fue recibido con gran alegría y felicitaciones por su perseverancia, entusiasmo y dotes de rastreador nocturno ya que siguió la huella que dejamos y sobrevivió a los barriales hasta llegar sano y salvo, embarrado y feliz con su familia!!!.
Al día siguiente empezó la parte más complicada de la travesía, la meta era cruzar una quebrada rocosa y subir una huella angosta, nevada y en malas condiciones. Eso fue el final del camino para los vehículos más bajos, como FJ, Runner que decidieron retornar no sin antes estar mucho rato ayudando a despejar el camino y apoyando a los zapadores.
La huella al otro lado de la quebrada se puso chúcara y quiso botar a nuestro guía pero el se agarro con uñas y dientes y con la ayuda de los egipcios (o sea nosotros todos) lo sacamos ileso y nos dimos a la tarea de empezar a picar el hielo y agrandar un poco la huella para que subieran los demás vehículos… uf, esta parte fue agotadora!!!
A medida que se abría camino subían los demás amigos, unos con mas soltura que otros, claro que los neumáticos aquí hacían la diferencia entre pasar susto o no.
Avanzamos pero definitivamente la montaña no estaba de humor como para ser buena anfitriona y de nuevo le jugó una mala pasada a nuestro guía, así que después de deliberar el informe de los exploradores que no veían muy factible el avance y sumando el factor hora, se decidió volver, para lo cual empezó la delicada tarea de girar en 180 grados los vehículos, idea notable dado que en la huella apenas se afirmaban y si consideramos que andaban muchas camionetas largas (hilux, navara) la cosa fue mas entretenida y laboriosa de lo que imaginan.
Como siempre mas de alguno tenía alguna complicación que se resolvían a puros HP (human power).
En fin cuando el sol bajaba logramos salir de la quebrada temperamental con todo el grupo.
Retornamos por un camino alternativo a la civilización porque andábamos algo cansados, hambrientos para meternos al barro de nuevo. Arriba en la nieve sacamos la foto para el recuerdo…
Después de bajar la cuesta, nos despedimos con la firme convicción de volver apenas termine el invierno para terminar la ruta. Fue agradable estar de regreso temprano, sin inconvenientes y para la otra terminamos esta ruta si o si!!!.